Creando puentes: un proyecto de animación a la lectura

Proyecto Estudiantil de Extensión Universitaria: “Creando Puentes: Un proyecto de animación a la lectura” 2011: Evaluación final (2012)

Este proyecto surge de nuestra intervención llevada adelante en el barrio Cerro en el año 2010, donde organizamos la biblioteca de AJUPEN. Allí pudimos detectar mediante jornadas de animación a la lectura realizadas con los niños de la escuela 30, la carencia de un espacio recreativo de lectura y por consiguiente la falta de hábito ya que las condiciones no eran favorables y no se podían promover desde el espacio escolar dado la falta de material e infraestructura.

En este marco se fomenta la idea por parte del equipo de estudiantes de presentar un

nuevo proyecto estudiantil con el fin de atender esta demanda. En la intervención comunitaria “se establece un vínculo asimétrico entre el técnico y

la comunidad en donde uno queda en el lugar de dar y el otro en el de recibir, en vez

de concebir la relación como un intercambio en el que se ponen en juegos necesidades y expectativas recíprocas”1 por lo que nuestra tarea se enfoco en generar ámbitos  de intercambio con docentes y alumnos.

 En estas instancias pudimos percibir las necesidades tanto de los niños como de las maestras en que se generaran este tipo de espacios informales donde la lectura asumiera un rol lúdico- recreativo y pudiera complementarse con las actividades curriculares e integrar otras disciplinas (expresión corporal y plástica, juegos, paseos, ludotecas).

En el transcurso de nuestra intervención pudimos apreciar que las expectativas generadas en un principio se iban transformando generando nuevas expectativas, lo que llevaba a una continua reconstrucción de la demanda la cual se retroalimentaba con el aporte de los diferentes actores involucrados.

1 Rodríguez, Alicia; Giménez, Luis; Netto, Clara; María José Bagnato; Marotta, Cecilia. De ofertas y demandas: Una propuesta de intervención en psicología comunitaria.

Revista de Psicología (Universidad de Chile), vol. 10, n° 002 (2001), p. 101-109.

En nuestro caso llevar a cabo la propuesta a la práctica implicó “un ajuste de expectativas que obliga a recortar el campo de trabajo. En este sentido, implica dejar cosas afuera, tomar conciencia de los límites y llevar la intervención al campo de lo posible”2 , por lo que nos vimos obligados a reformular las actividades a llevar a cabo con el fin de cumplir con el objetivo propuesto ya que la realidad con que nos encontramos desde un principio fue diferente a la existente al momento de formular el proyecto. En el camino nos encontramos con que los salones de los niveles con que nosotros íbamos a trabajar, se encontraban provisoriamente fuera del local escolar por problemas edilicios, siendo reubicados en el antiguo liceo 11, un local alejado sin las condiciones adecuadas y encontrándose aislados del resto de la comunidad educativa.

Desde un comienzo establecimos diversos vínculos que se fueron reforzando a través de los encuentros con los diferentes actores sociales.

Estos vínculos se construyeron dependiendo de quienes fueran los protagonistas y el rol que ocupaban. Por ejemplo con los niños se partió de juegos, canciones y recreaciones tomándose muchas veces fechas particulares para introducirnos en el mundo de la lectura vincularlo con la vida cotidiana así como lo curricular. En el caso de los maestros permitiéndoles tener una mirada distinta de su grupo ocupando un rol secundario dentro del aula, y dejando a los niños y al equipo de estudiantes ser protagonistas, partiendo del pedido de los mismos docentes ya que de esta manera podían observar a sus alumnos desde otra perspectiva la cual les permitía ver interactuar a estos con otros adultos referentes en actividades no usuales. Con la institución educativa se creó un vínculo de respeto y dialogo el cual resulto muy positivo para llevar el proyecto adelante, con los demás actores de la comunidad (vecinos del barrio, adolecentes con capacidades diferentes, niños del Caif y padres, institución Jardín de los Colores, Jardín 229 y AJUPEN) se crearon instancias de intercambio para conocerse y desarrollar actividades conjuntas por ejemplo la jornada de limpieza de la plaza del Inmigrante o la ludoteca en AJUPEN.

2 Idem

Estas actividades de integración con la comunidad fueron posibles gracias a la articulación que logramos mediante el dialogo y la comunicación establecida.

Si consideramos que la demanda es un producto conformado por varios elementos, que se desarrolla en un entorno dinámico y participativo donde se deben tener en cuenta todas las opiniones y enfoques de los diferentes actores involucrados acerca de sus necesidades y problemáticas.

Nuestro equipo se encontró con que la demanda de la escuela 30 era tal que pensamos que lo mejor sería enfocarnos en esta institución y no como habíamos pensado en un principio que nuestro proyecto fuera itinerante (haciendo intervenciones puntuales en diferentes instituciones y con niños de en edades diversas). Nos concentramos en la edad inicial ya que consideramos que es muy importante que se los estimules desde la primera infancia en el gusto e interés por la lectura. Esto nos llevo a que nuestro proyecto se modificara en parte atendiendo la demanda sin perder de vista el objetivo de “fomentar la creación de un hábito por la lectura que alcance a los sectores menos favorecidos de la zona del Cerro promoviendo su interés, estimulando con esta práctica su deseo por leer, su imaginación, su sentido crítico para formar ciudadanos conscientes y alfabetizados informacionalmente, capaces de tomar decisiones y ejercer libremente su oberanía”.

Del diálogo fuimos construyendo lo que sería nuestro proyecto en la acción. Nos parece lo más ilustrativo mostrar lo que fue nuestra intervención y actividades con imágenes.

La jornada en la Plaza del Inmigrante propició que actualmente las autoridades localesestén invitando a todas las instituciones a formar parte de la remodelación de la misma, por lo cual pensamos que dicha actividad sirvió para sensibilizar sobre el estado en que se encontraba este espacio público.

Y para finalizar resaltar que hemos tendido puentes, quizás más de los esperados… Entre los niños y los libros; entre los niños, los docentes y nosotros; entre diversas instituciones (Escuela, AJUPEN, Jardines públicos y privados, CAIF); entre la Universidad y la comunidad del Cerro; entre niños y adultos de las diversas franjas etarias; entre la Biblioteca y el barrio. Unimos el tejido social y el diálogo de saberes sentimos estuvo presente, entre lo académico y el saber popular, entre lo profesional y lo cotidiano.

Y cumplimos con la meta propuesta, aunque queda mucho por seguir haciendo y

profundizando, pero esperando que los puentes creados sirvan para atravesar diferentes situaciones y unir caminos.